En el artículo de hoy te voy a hablar de por qué no podemos compararnos con los demás.
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Cuando vemos a alguien que ha tenido éxito, solemos pensar que la persona ha tenido suerte y ha encontrado los hechos favorables para lograrlo y llegó allí como por arte de magia. No tenemos la menor idea de lo que ha pasado hasta llegar dónde está. Nadie nos cuenta esa parte, solo enseña el resultado. No vemos los bastidores y los ensayos, vemos apenas el espectáculo.
Vamos a poner un ejemplo.
Si miro la vida de una empresaria brasileña de éxito que cobra más de un millón al año con un curso online. Ella enseña a las personas ejercicios para poder ver mejor y disminuir problemas de visión. Entonces pienso, si ella tiene la capacidad de ganar dinero ayudando a las personas de esta forma, ¿por qué no inventarme un curso para forrarme también?
Creo un curso útil para las personas, lo que me da un trabajo enorme; pero bueno, ahora a venderlo. Casi nadie compra mi curso. Contrato a alguien que me ayude a venderlo online y mis ventas son suficientes para que yo tire adelante, pero no me hacen millonaria. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué aquella empresaria tiene tanto éxito y yo no?
En cuanto miramos al espectáculo, no nos preguntamos;¿cuánto tiempo ella ha tardado para tener este resultado? ¿Qué ha pasado en su camino?
Investigando un poco sobre su trayectoria, nos damos cuenta de que ha tardado por lo menos 5 años para llegar adonde está, con muchos altibajos y ocasiones de querer desistir.
Cuando empezamos nuestro camino en dirección a ese mismo objetivo, aparecen los obstáculos.
Como dije en el artículo «¿Para qué sirve y cómo manejar el miedo?» siempre que empezamos a caminar en dirección a cualquier cambio, encontraremos obstáculos; que son las situaciones nuevas que aún no conocemos y tenemos que aprender a manejar.
Al encontrar estos obstáculos, llevamos un susto y nos preguntamos ¿por qué para mí las cosas son tan difíciles? Tenemos la sensación de que somos los únicos que tienen problemas para lograrlo. Pero, la cuestión es, que no sabemos cuáles fueron los obstáculos que tuvo que enfrentar esa persona porque solo vemos su éxito.
¿Cómo verificar nuestro crecimiento?
Esa es una de las razones que, para verificar nuestro crecimiento, tenemos que compararnos con nosotros mismos y no con las otras personas. El éxito del otro sirve para inspirarnos. Saber que, si alguien lo ha logrado, entonces yo también puedo hacerlo.
Al compararnos con los demás, siempre estaremos en desventaja y seremos más pequeños, pero si los vemos como inspiración y nos comparamos con nosotros mismos, vemos que hay evolución. Poco a poco nos acercamos a lo que lograron esas personas y podemos incluso superarlos; porque al ver nuestra propia evolución, nos damos cuenta de lo poderosos que somos, permitiéndonos llegar más lejos.
La suerte no existe.
Al enfocarnos en nosotros mismos nos damos cuenta de que la suerte no existe, lo que existe es foco y trabajo intenso en la dirección de nuestro objetivo.
De esa forma enfrentamos cualquier situación que aparezca. Superamos los obstáculos que se presentan porque ahora ya sabemos que siempre van a aparecer. Y, por estar enfocados, tenemos la posibilidad de ver las oportunidades que surgen para aprovecharlas.
¿Te has inspirado en alguien y logrado algo parecido por haberte enfocado en tu propia evolución? Me encantaría que compartieras tu historia con nosotros en los comentarios abajo.
Un fuerte abrazo,
Thais
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