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¿Te has percatado que las relaciones interpersonales están cambiando gracias a la influencia del internet y las redes sociales? Anteriormente, solo hacíamos con amigos o familia cosas tales como pedir dinero prestado, compartir trayectos en coche, compartir ropa de bebés o incluso compartir gastos. Ahora, esta nueva revolución tecnológica está permitiendo que empecemos a hacer estas cosas con desconocidos.
La crisis económica, conjuntamente con el acceso a internet, ha estimulado que los colectivos busquen mecanismos para que la sociedad en la que viven siga funcionando. Esto empezó con la creación de plataformas en que se podían compartir bienes o servicios entre particulares de forma gratuita o con coste. Así, se conseguía poner en contacto a desconocidos para que hiciesen diversos tipos de transacciones.
Pero para que estos intercambios fuesen posible, la clave estaba en la generación de confianza entre las personas. Todos sabemos que se trata de algo muy difícil de conseguir y muy fácil de perder. Para combatir esta dificultad, las personas se han concienciado de la importancia de cambiar su comportamiento. Si un usuario o empresario quiere mantener una relación a largo plazo, se comporta de manera ejemplar e incluso va más allá de lo que se podría esperar con tal de conservar e incrementar su reputación.
No obstante, aun existe gente que no entiende el espíritu de lo que está ocurriendo. Esto les hace pagar un precio muy alto ya que al no ser honestos o ofrecer lo que no pueden entregar, no consiguen permanecer en el mercado y sus negocios desaparecen rápidamente.
La reputación
La reputación es imprescindible para esta nueva forma de negocios. No importa si es para servicios con ánimo de lucro como por ejemplo Airbnb, para servicios donde se comparten gastos (BlaBlaCar) o para servicios en base a favores (Couchsurfing). En este último queda más evidente porque te alojas en casa de desconocidos sin ningún pago entre huésped y anfitrión. La única moneda que funciona en ese sistema y te permite ser alojado es tu reputación. Si perdías tu reputación, aunque tengas mucho dinero, nadie te alojará.
Como puedes ver, el dinero empieza a perder importancia cuando pasamos a servicios que se basan en la reputación y la capacidad de generar confianza entre desconocidos. Ya se empieza a ver que el poder y la influencia se va trasladando de los poderosos y con dinero a quienes tienen la mejor reputación y la red más confiable. Si quieres prosperar en este nuevo sistema, esto es algo que deberías considerar.
Una reinvención
Esta nueva forma de actuar está reinventando la manera de:
- Compartir, alquilar, intercambiar o comerciar bienes y servicios, ampliando y facilitando su acceso a todos que los necesitan.
- Producir, aplicando los principios del software libre a la fabricación, con la democratización de las herramientas de fabricación digital, el desarrollo de espacios creativos y colaborativos (FabLabs, HackerSpaces, MakerSpaces); y el intercambio de conocimientos e información entre los fabricantes.
- Compartir conocimiento, generando la democratización de la ciencia, la educación, la cultura, la política y la economía. Debido a que muchas de las personas que lideran los proyectos emplean prácticas y herramientas abiertas; que permiten a los modelos crecer y distribuirse mucho más rápido de lo que lo hacían antes.
- Obtener financiación, con capitales participativos y distributivos. Esto abre las puertas a que los usuarios se coordinen de manera directa para ofrecer entre ellos las funciones que tradicionalmente han hecho las entidades financieras. Crowdfunding, préstamos entre personas o el intercambio de divisas son los ejemplos más conocidos. Además se consigue reinventar “el dinero” con sistemas de intercambio de valor (monedas alternativas, bancos de tiempo, etc.). Todas estas alternativas permiten depender menos del dinero tradicional.
- Gobernar, con la creación de un gobierno abierto y organizaciones horizontales con estructuras menos jerárquicas. Que más allá de los datos abiertos, los gobiernos y administraciones se abren también a la participación ciudadana directa con presupuestos participativos, la cocreación de soluciones o la integración del ciudadano como fuente de información. Pasando a un empoderamiento mediante la confianza y a un acceso casi universal a la información.
El encuentro de la oferta y la demanda con empoderamiento
La mayoría de esas empresas, creadas por personas comunes como tú o yo; operan con una plataforma digital, donde el rol principal es facilitar y simplificar el encuentro de la oferta y la demanda. Todo esto se hace con el fin de que se produzcan intercambios de algún tipo de valor (alojamiento, conocimiento, asiento en un coche, ropa, dinero, etc.). A gran escala, estos cambios tiene el potencial de cambiar la vida de todos para mejor.
Es interesante observar que cuando se genera, además de confianza, un empoderamiento real de la comunidad de usuarios, esas empresas llegan a experimentar crecimientos exponenciales. Con esta nueva forma de interactuar, se está demostrando que se pueden hacer las cosas de una manera más eficiente, más económica y más transparente. Creando una sociedad que funciona de manera horizontal y distribuida.
Toda esta transformación nos abre un mundo de posibilidades, en el que cada vez más personas se están permitiendo vivir de lo que realmente les encanta. Hoy tenemos muchas más posibilidades de encontrar los recursos para hacerlo, como conocimiento específico y herramientas para conectar con los que se benefician de lo que hacemos.
Las reglas del juego han cambiado durante el partido y no nos han avisado. Quienes aprenden las nuevas reglas tiene todas las posibilidades de ganar no sólo este partido, sino toda la Liga.
¿Como está cambiando el sector en que trabajas? ¿Qué están haciendo los que empiezan a destacar en este nuevo mercado? ¿Puedes observar este tipo de transformaciones? Comparte con nosotros en los comentarios.
Un gran abrazo,
Thais
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