En este artículo te voy a contar qué hacer en los momentos de bajón.

Cuando vamos en dirección a un objetivo, hay momentos en los que nos entra el bajón. Nos sentimos torpes, sin lo necesario para lograr lo que deseamos. En nuestra cabeza empiezan a surgir pensamientos de incompetencia y muchas veces de falta de merecimiento.

Estas situaciones pueden ocurrir cuando encontramos bloqueos internos o externos.

Los bloqueos internos pueden ser no tener una determinada habilidad que tendremos que aprender a desarrollar para lograr lo que deseamos. También puede ser dejar de hacer cosas que sabemos que deberíamos hacer, dejándolas para otro día, que nunca llega.

Muchas veces también empezamos a dar atención a otros temas que no nos ayudan a ir en la dirección que queremos ir. Normalmente son la disculpa perfecta para distraernos, haciendo con que no actuemos.

Los bloqueos externos pueden ser, no conseguir un documento que necesitamos. No conocer personas si queremos una nueva pareja. No estar disponible el curso que necesitamos para mejorar nuestro currículum, etc. Todas las situaciones que no dependan directamente de nosotros.

Tenemos la sensación de que estas situaciones nos superan y nos entran ganas de desistir.

Pensamos: “¡No merece la pena todo ese sacrificio! ¡Es muy difícil para mí! ¡Ya no quiero jugar a eso! ¿Para qué lo quiero? ¡Puedo vivir como siempre he vivido!

Es muy normal tener uno o varios bajones en el camino de lograr un objetivo. Al fin y al cabo estamos pasando de algo conocido que ya no nos gusta para algo que no sabemos casi nada al respecto. Pasamos de algo que nos identificamos para algo desconocido, que no estamos acostumbrados.

Cuando te pase esto, ¡entra en el sentimiento de incompetencia! ¡Busca las razones para que te sientas así! Llora si sientes ganas de llorar. Deja que fluya con toda su intensidad. Permítete sentir ese bajón.

Escribe todo lo que venga a tu cabeza, añade situaciones del pasado en que te sentiste con la misma sensación. Date un par de días para sentirte así.

Identificar situaciones del pasado nos ayudan mucho a entender cómo reaccionamos en determinadas situaciones. Verlas hacen con que tengamos la oportunidad de probar nuevas reacciones menos dolorosas.

Desistir no es una opción.

En cuanto te sientas mejor, te darás cuenta de que desistir no es una opción porque la espina que te hizo empezar a buscar ese objetivo continúa ahí. Lo que ganas al desistir es frustración eterna de no saber si realmente no lo podrías haber logrado si persistieras un poco más.

Respira hondo y lee lo que has escrito en el momento de crisis interior, ¡no para hundirte! Sino para encontrar soluciones. Elige algo que sabes que puedes hacer y actúa. Verás que volverás a tener energía para continuar por más tiempo. Por lo menos hasta que venga el próximo bajón.

La vida es así. La marea sube y la marea baja, hay calmas y tempestades, es todo cíclico. En un cambio tenemos momentos de puro entusiasmo y momentos de bajón. Y si continuamos volverán los momentos de entusiasmo. Te lo garantizo.

Los momentos de bajón no están ahí para impedirte continuar. Ellos sirven para indicar que hay algo nuevo en el camino. Que tenemos que parar, observar qué está pasando, ver qué tenemos que aprender a manejar y seguir adelante.

¿Puedes identificar alguna situación que te ha generado un bajón temporal? ¿Qué ha pasado contigo después de pasar por él y continuar en dirección a lo que querías? ¿Cómo te has sentido? ¿Lo has superado?

Comparte con nosotros en los comentarios abajo. Me va a encantar leerlo.

Y si estás pasando por un bajón, acuérdate que es sólo una tempestad, encuentra lo que te sientes capaz de hacer y al entrar en acción, verás como la calma regresa. No hay nada mejor que entrar en acción, mirando lo que hemos progresado, para que volvamos a sentirnos motivados y dispuestos a continuar caminando.

Un gran abrazo,

Thais

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