Algunas veces actuamos de forma impulsiva, sin pensar, y normalmente no nos gustan las consecuencias.
Pero ¿por qué lo hacemos?
Una de las razones es que nos rebelamos en contra de la escasez. Nos imponemos reglas de no poder hacer algo por falta de dinero, porque estamos a dieta, o por lo que sea. El punto es: ¡no puedo! ¡No puedo! ¡No puedo!… Y lo hago.
Otra posibilidad de ser impulsivo es no querer saber más del tema, quitarse el muerto de encima actuando. En este caso, lo que falta es alguna información que tenemos dificultad en conseguir o algo que tendríamos que hacer antes, pero que no es agradable porque tarda o porque es difícil.
La próxima vez que seas impulsivo intenta identificar cuál es la razón por la cual actúas así. ¿Es por escasez? ¿Qué es lo que no me estoy permitiendo hacer? ¿Me lo puedo permitir aun que sea una vez al mes? Si renegociamos con nosotros mismos para quitar la escasez no tendremos la necesidad de actuar de forma impulsiva.
Si por otro lado, te das cuenta de que, lo que quieres es quitarte el muerto de encima, ¿cuál es la información que falta? O ¿qué es lo que tienes que hacer antes que es tan molesto? Respira, tranquilízate y no actúes aún. Define bien lo que falta y si necesitas, busca ayuda para encontrar esa información o para hacer lo que es tan molesto.
Ahora sí puedes actuar y ya no te arriesgarás a arrepentirte. Estás listo para actuar de forma firme y segura.
¿Puedes identificar alguna vez que has actuado de forma impulsiva? ¿Fue por escasez o por quitarte el muerto de encima? ¿Puedes identificar lo que podrías haber hecho para no tener que actuar así?
Comparte con nosotros en los comentarios abajo.
Gracias por estar ahí
Un abrazo
Thais
Deja tu comentario