Si eres de los que guardan las situaciones desagradables, ¿qué pasa después de mucho tiempo repitiéndose la misma situación una y otra vez? ¿Explotas y pierdes la cabeza? ¿Dices cosas que no dirías normalmente? ¿Qué pasa tras explotar? ¿Cómo te sientes? ¿La relación con esa persona se queda tocada?

Si eres de los que saltan al instante, ¿qué pasa con la relación con esa persona a la que gritas? ¿Tu rabia realmente disminuye? ¿Crees que te respetan más por decir las cosas a la cara de forma agresiva? ¿Sientes que las personas se alejan de ti o no te cuentan cosas importantes?

¿Cuál es la mejor forma de solucionar situaciones desagradables?

Las consecuencias de explotar, normalmente son bastante desagradables y es exactamente esto lo que la persona que traga quiere evitar. Termina diciendo cosas de las que se arrepiente después y puede perfectamente destrozar la relación.

Lo mismo ocurre con los que gritan al instante.

Pero si tragar o decir las cosas a la cara están mal, ¿hay salida?

Claro que sí. Mi experiencia personal y con mis clientes ha demostrado que primero tenemos que mirar la situación con un “microscopio”, buscando dónde está el puntito de conflicto.

Dentro de una situación compleja y llena de detalles hay siempre un puntito que es el generador del conflicto. Si lo identificamos seremos muchísimo más eficaces al hablar con la persona que participa en el conflicto. Podemos solucionarlo y no perjudicar la relación sea cual sea.

Al encontrar el puntito, la forma de hablar se queda objetiva y nunca generalizada.

Frases como “tú siempre haces lo mismo!” “yo nunca…” “las cosas nunca cambian…” ya no serán utilizadas porque solo hacen que la persona que las recibe ponga su coraza de protección y no reciba el mensaje que quieres dar, en realidad ni te escucha.

¡Explícate mejor Thais! ¿Cómo es ser objetivo?

Voy a darte la receta:

  • primero identificar el punto de conflicto,
  • crear un diálogo para hablar con la persona y ensayarlo antes,
  • ese diálogo tiene que empezar con una observación positiva sobre la relación, después hablar de cómo te sientes respecto a la situación concreta que describimos “me siento A (sentimiento) cuando pasa B (acción) me sentiría mejor si C (petición)”. En la petición, negociamos con la persona para encontrar la mejor salida para ambos ¿cómo podemos solucionar esa situación?

Vamos a imaginar que somos una persona que le gusta terminar las cosas con tiempo, pero tenemos un jefe que deja todo para el último momento, especialmente las nuestras porque confía en nosotros y cree que nuestro trabajo estará bien hecho. El problema es que por mejor que esté, él siempre pide que cambiemos algún detalle.

Esa es una situación magnífica para los que tragan. Solo van a decir algo el día que ya no les importe perder el trabajo, de tan hartos que están. Por otro lado, los que gritan de inmediato generan una relación tensa con el jefe y pueden perder el trabajo más rápido 😮 .

Bromas aparte, ¿cuál sería la mejor manera de solucionar eso?

Primero, mirar con el “microscopio”. ¿Cuál es el puntito de conflicto? Mi jefe revisa mi trabajo en el último minuto y aún me pide hacer cambios de última hora para poder entregarlo.

¿Cómo ser concreto?

Nunca generalizamos. “Ud. siempre deja mi parte para el final y yo siempre tengo que arreglar cosas que ya podían estar arregladas antes.” ¡¡¡No!!! Eso no funciona, ¿te acuerdas? Porque cuando generalizamos pasamos la sensación de que esto siempre va a ser así, que no existen posibilidades de cambio.

Hablamos del trabajo que tenemos que entregar en ese momento. En el momento que el jefe te dice de arreglar algo, le dices. – Me gusta mucho lo que hago, voy a arreglarlo, pero prefiero hacerlo sin tanto agobio, trabajo mejor así. Sé que tienes mucho material para revisar, pero me encantaría tener un poquito más de margen para terminarlo bien. ¿Cómo crees que podemos hacer para que sea bueno para los dos?

¿Qué ha pasado aquí? Hemos hablado de nuestra necesidad sin ofender a nadie y la probabilidad de que lleguemos a un acuerdo es alta.

Otra cosa importante, si tienes el resultado que deseabas, en la primera oportunidad que tengas, dile cuan satisfecho estás por haberlo logrado con su ayuda.

Ahora si tu jefe o la persona que lo haga, no da ninguna importancia a la posibilidad que puedas mejorar tu trabajo o solucionar la situación de conflicto, entonces el problema es otro, y tienes que preguntarte para qué tienes un jefe así o un novio así, o un amigo así, etc.

Entrando en armonía contigo mismo

Lo mejor de esta experiencia es que vas a notar una disminución de problemas en el día a día maravilloso, porque vas a perder muchísimo menos tiempo dando vueltas a cosas que pasaron. Las vas solucionando sobre la marcha o con pocos días de intervalo, el tiempo suficiente para encontrar el puntito de conflicto y hablarlo. Y además no vas a tener que preocuparte de cómo solucionar la situación de conflicto generada por la explosión o manera agresiva de hablar.

¡Pruébalo! Empieza con una situación menos emocional, vete practicando. Comparte con nosotros tu experiencia en los comentarios abajo.

Un abrazo,
Thais

[magicactionbox id=»1159″]