Alinear lo que piensas, sientes y haces.
En el artículo de hoy te voy a hablar de algo muy importante para que puedas alcanzar tus objetivos. Alinear tus pensamientos con tus sentimientos y acciones.
La gran mayoría de las personas no tienen ni idea de que tienen estas tres dimensiones desalineadas y muchas de las que lo notan, piensan que es normal. Sí, es normal en el sentido de que todos lo hacemos, pero para las leyes del cambio, no es normal y te impide llegar dónde quieres.
Vale Thais, pero me parece difícil controlar lo que pienso. Y lo que siento, ¡ni te lo digo!
No es difícil, sólo no es habitual.
Vamos a imaginar la situación: quiero ganar más dinero.
¿Qué piensas con relación a ganar más dinero? Me gustaría tener un nuevo trabajo en el que me valoraran más y con un mejor sueldo, pero estamos en crisis, no hay trabajo, imposible ganar más dinero.
¿Qué sientes? Quién soy yo para ganar más dinero, no me siento capaz de encontrar un trabajo en plena crisis, etc.
¿Qué haces? Continúo en el trabajo que no me gusta, por el que me pagan poco, y digo “es lo que hay”.
Resultado: continúas sin ganar más dinero.
Observa tus pensamientos
La primera cosa que tenemos que hacer es observar nuestros pensamientos y corregirlos para que estén alineados con lo que queremos lograr.
Para esto, vamos a crear el hábito de terminar la frase con algo que lo haga posible y que puedas creerlo.
Por ejemplo: estamos en crisis, pero si hay ofertas de empleo en el periódico es que hay gente que está encontrando un nuevo trabajo. Entonces no es imposible que yo encuentre un trabajo en el que me paguen más de lo que cobro ahora.
Otra posibilidad es terminar la frase con un «por ahora». Esto hace con que tu cerebro acepte que en algún momento esta situación cambiará. Ejemplo: Estamos en crisis y no encuentro un trabajo mejor, por ahora.
Ese simple cambio en el pensamiento, te hace cambiar lo que sientes y te da energía para actuar y encontrar ese trabajo. Así de sencillo.
Como dije antes, tenemos el hábito de pensar de forma no alineada con nuestros objetivos, y como el hábito es una cosa que repetimos innumerables veces, para cambiarlo también tenemos que repetir la nueva forma de pensar un sin fin de veces para transformarlo en hábito.
Lo que sientes es el termómetro de tus pensamientos
Entonces cada vez que tus sentimientos van en contra de lo que quieres, mira tus pensamientos, corrígelos y busca a algún ejemplo real de alguien que logró lo que quieres en esas condiciones; en nuestro caso, conseguir un trabajo mejor pagado en la crisis.
No vas a conseguir el trabajo por milagro, vas a encontrar la situación que te favorezca encontrar ese trabajo, porque te abrirás a las posibilidades. Si vives en un sitio que no hay el trabajo que te gustaría, vas a encontrarlo en otro lado y mudarte, o encontrarás un trabajo que te pague más en otra área que nunca habías pensado trabajar antes.
Eso ocurre con todos los objetivos, si alineamos lo que pensamos, sentimos y hacemos, logramos lo que queremos.
Pruébalo y comparte con nosotros tu experiencia en los comentarios abajo.
Un fuerte abrazo,
Thais
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